martes, 27 de noviembre de 2012

Manifiesto


En un cruce de miradas
perdí la dirección de mis palabras
y se hizo silencio en mi voz.
Ya sentí el dolor de las puñaladas en el corazón
y ahora he de aprender a curarme las heridas de la piel·
Dame la chispa que me haga arder,
y renacer de nuevo en mis cenizas.
Volar otra vez.
Sonreír,
rompiendo las reglas de pingüinos con chaqueta.
Buscar la música
entre el ruido de pachanga y cubata.
Encontrar de nuevo
a la gente sin miedo a alzar el vuelo
sin mirar la caída.
La sociedad
de pies a cabeza podrida
piensan en seguir la carretera,
yo prefiero caminar campo a través.
Y da igual
si he de echar marcha atrás después.
Seguiré a las nubes
y el viento hará de brújula.
La Luna no ilumina mis pasos,
lo hace una guitarra
pintando en las baoldosas
cada palabra salida del corazón.
Y que se pudran las rosas,
yo regalo margaritas
al que se atreva a darle una patada a la razón.

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